Este estudio observacional analiza el riesgo de contacto y transmisión de COVID-19 durante los juegos de fútbol americano universitario de la Conferencia Sudeste (SEC) en 2020, utilizando tecnología de detección remota que evaluó la frecuencia y la duración en que los jugadores entraron en contacto cercano (a menos de 180cm) con el equipo contrario. El estudio observó 109 672 interacciones entre 1190 jugadores de fútbol durante la temporada de 64 juegos. De los cientos de miles de interacciones, solo 13 cumplieron con la definición de contacto cercano de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (más de 15 minutos y menos de 6 pies). Ninguna de estas interacciones condujo a la transmisión de COVID-19 a pesar de que los jugadores no llevaban máscaras. Si bien hubo casos de COVID-19 entre los atletas, ninguno se atribuyó al juego y, en cambio, reflejó el riesgo de transmisión entre la comunidad. Estos hallazgos sugieren que jugar fútbol americano universitario no contribuye a la transmisión de COVID-19.