El marco panafricano de vigilancia y modelado de COVID-19 se utilizó para comprender y predecir la propagación de COVID-19 en África. La herramienta evaluó la carga de los casos de COVID-19, los factores asociados con su propagación y realizó predicciones a corto plazo para nuevos casos. En agosto de 2020, se informaron más de un millón de casos y 20.000 muertes en la Unión Africana. Más de la mitad de los casos ocurrieron en la región sur, mientras que el norte de África tuvo una tasa de letalidad del 4%. Sudáfrica y Djibouti tuvieron tasas de casos significativamente más altas que el promedio continental, y la República del Congo tuvo una tasa significativamente más baja que el promedio continental. Se observó una alta variabilidad en la distribución geográfica y las curvas epidemiológicas entre países. Se descubrió que la propagación dentro del país se reduce con una mayor disponibilidad de las pruebas de COVID-19 y una mejor política de pruebas. Curiosamente, estos factores aumentaron la transmisión desde los países vecinos. Los países sin litoral tenían una alta transmisión entre países debido a los desafíos para implementar y hacer cumplir estrictos cierres fronterizos. La temperatura y la humedad también tuvieron asociaciones pequeñas pero significativas con la propagación. Al pronosticar el recuento de casos a corto plazo, las predicciones estaban bien alineadas con las observaciones de la mayoría de los países. La herramienta de vigilancia panafricana es útil para predecir los casos de COVID-19 y para proporcionar información sobre otros factores que contribuyen a la transmisión.