Durante este tiempo de crisis sanitaria, los gobiernos y los creadores de políticas han llegado a un punto en el que, entre muchas lecciones, han aprendido que el apoyo de la sociedad en estrategias de salud que quieren implementar y que las personas que vayan a tener la responsabilidad de ejecutarlas son componentes esenciales para su efectividad. Este artículo discute sobre el deseo de la población española de que los altos mandos de los medios de comunicación o las redes sociales sean quienes se encarguen de resolver el creciente problema de las noticias falsas (NF), un problema que ha ocurrido a lo largo de toda esta pandemia. Los autores también establecen como (al menos en España) sí podría ser legalmente viable el que la vacunación sea de carácter obligatorio, pero es preferible que la vacunación primero sea promovida o hasta premiada antes que impuesta. El artículo también acertadamente subraya la absoluta consciencia que los profesionales de la salud deben tener con cualquier y toda clase de información que comparten, asegurándose que sea basada en evidencia científica y que se difunda en los medios apropiados.